top of page

Batalla de ideas

  • Foto del escritor: Rafael Klejzer
    Rafael Klejzer
  • 3 jun
  • 12 Min. de lectura
Rafael Klejzer durante la presetnación del libro
Rafael Klejzer durante la presetnación del libro

¿Por qué este libro?


“Al enemigo siempre se lo ve grande, si se lo mira de rodillas”, decía Don José. 


La idea de “rendirse antes de pelear”, construcción simbólica y sintética, es en realidad el centro de estudio del poder, la política y la guerra. Desde Sun Tzu hasta Antonio Gramsci pasando por Maquiavelo y Carl Von Clausewitz vemos grandes esfuerzos por describir la naturaleza del conflicto y la relación entre los oponentes. 

Hay un clima de época ligado a la derrota, aquí y allá vemos como la desazón y la impotencia gana los corazones de una militancia que se siente frustrada, usada y descartada ante un claro divorcio entre la representación política, sindical, social y las “bases”.

Este libro va dirigido a ellos, ellas, elles, ustedes. No como una suerte de reivindicación demagógica y oportunista sino con rigor programático y sobre todo con un marco teórico que nos permita elegir de qué lado de la vida nos pensamos.


Autores comprometidos nos invitan a pensar desde dónde librar esta Batalla de Ideas necesaria. El comandante Fidel Castro, iniciado el periodo especial allá por los ´90, decía que es necesario “cambiar todo lo que deba ser cambiado”, esta suerte de provocación de aquel gigante, hoy nos anima a continuar con la formación política y el entendimiento de un mundo en plena transformación. El sistema capitalista, en su fase actual de plataformas y en una era digital que lleva el avance continuo de las tecnologías a un nuevo nivel, al sentirse amenazado se radicaliza y echa mano, una vez más, a expresiones fascistas, autoritarias y guerreristas.


Esta colección de textos y ensayos espera poder aportar al rearme teórico del activismo, al debate, a la problematización de contradicciones y que sirva como amalgama para el encuentro, la reflexión y la acción en momentos de resistencia del “campo popular”. Los escritos reúnen reflexiones e invitan a la acción recuperando el acervo cultural y anticapitalista del pensamiento emancipatorio.

La hegemonía, para Gramsci, es la estrategia por la cual un grupo social genera la aceptación de sus propias posiciones ideológicas entre los otros grupos por medio de la persuasión y el consenso y esa cancha no es otra cosa que la sociedad civil. 


Si pensamos a la “sociedad civil” como centro en la disputa por el sentido, es central reconstruir el mundo de las ideas y develar los engaños ideológicos del enemigo. También, analizar lo pedagógico de la acción y prestarles atención a las formas porque nuestros instrumentos deben ser diferentes a los de ellos.

Somos contemporáneos de un mundo transformándose, testigos del fin de la hegemonía del dólar y su correlato en la emergencia de la multipolaridad como vector de las relaciones internacionales.


Si la maquina a vapor produjo la primera revolución industrial afirmamos que la producción de semiconductores da inicio a la cuarta revolución industrial tecnológica y su desarrollo a partir de los chips, IA, la nube y la conectividad.


ree

La disputa central es por la apropiación de estas tecnologías estratégicas entre los grandes bloques del Capital; los llamados G2, el GAFAM modelo norteamericano que agrupa a Google, Amazon, Facebook, Apple y Microsoft y el BATHX de origen chino con reconocidas empresas como Baidu, Alibaba, Tencent, Huawei y Xiaomi.

A su vez, estas nuevas viejas formas que adquiere el Capital (concentrándose) asociadas a los fondos de inversión como Black Rock, Vanguard, JP Morgan, entre otros; utilizan los Estados Nación como vehículos de acumulación relegando la potestad y la soberanía de sus Estados al garantizar las materias primas e insumos en la cadena de valor del sector tecnológico.


En el plano institucional, las representaciones políticas supranacionales como la OTAN y el G7 se enfrentan a su contraparte, los BRICS ampliados y la Organización para la Cooperación de Shangai.

De los diez burgueses más ricos del mundo, nueve presiden o son ejecutivos de las tecnológicas. Para el año 2024 la explosión masiva de la Inteligencia Artificial, la carrera por el control de las tierras raras (17 elementos químicos que sirven para la fabricación de baterías, imanes, paneles solares, pantallas táctiles, etc.) y la búsqueda por la autosuficiencia profundizó las tensiones geopolíticas contemporáneas. 


Los programas para el desarrollo tecnológico de semiconductores, la computación cuántica, redes, la IA y la investigación Aeroespacial de las superpotencias generan las condiciones para esta segunda etapa del conflicto, la guerra de Aranceles.

Donald Trump y su pretensión de industrializarse -recordemos que solo el 11% de su PBI es de participación de la industria manufacturera y el 8% lo ocupa el empleo industrial- a través de la repatriación de empresas yanquis que, radicadas en el exterior, exportan al mercado norteamericano; pretende reactivar una economía perimida con altas tasas de desocupación e indigencia y con una deuda pública que asciende a los 35 billones de dólares, siendo el mayor acreedor la República Popular China.


La expansión aperturista inició su ciclo en los años ´70 con la crisis mundial del petróleo que atentó contra el dólar como moneda de transacción del crudo, en alianza con las democracias árabes, al estilo de Arabia Saudí a cambio de apoyo militar.

Ronald Reagan (Partido Republicano) y Margaret Thatcher, la criminal de guerra que ordenó el ilegal e inmoral hundimiento del ARA Gral. Belgrano, ejecutaron el modelo de la supremacía de los mercados financieros y auguraban el advenimiento de la sociedad postindustrial. 


La tercera fase de esa deriva sería el impulso a la globalización, la maximización de las ganancias deslocalizando las empresas, desvalorizando la capacidad productiva propia y desregulando los mercados, propagando guaridas fiscales y generando pingue negocios con el narcotráfico y el contrabando de armas.

Con la crisis de las hipotecas, las subprime, entre los años 2007 y 2009 tocó su techo de acumulación, decreció su tasa de ganancia a niveles alarmantes y arrastró a las economías europeas.


La recomposición pretendida por Trump para reacomodar las fichas del tablero global implica una revalorización de la economía norteamericana, desinflando el Nafta (TLC con Canadá y México), localizando empresas y aumentando aranceles. Es decir, invertir la ecuación del resultado positivo de una Nación productiva y exportadora como China, por una economía endeudada, de consumo, lejos de los mercados de inversiones, como Estados Unidos. Habrá que ver si lo dejan.

El desafío para los supremacistas del destino manifiesto es si el proteccionismo del siglo XXl, cerrando fronteras y sustituyendo importaciones no termina por fortalecer el rol de China como organizadora global de la circulación del Capital.


El gran catalizador y el que mejor interpretó los descontentos sociales, las promesas incumplidas y la falta de horizonte en las masas populares, fue un sector de la derecha radical (Bolsonaro, Trump, Meloni, Vox y las formaciones fascistas del centro Europeo) bajo un marco político impulsado por Steve Bannon y el actual tuitero Elon Musk, que basaron su programa en viejos axiomas fascistas: el odio, el miedo, la insatisfacción, como fuerza dual y psicotizante en un mundo que no encuentra utopías.


Hoy, resulta más perceptible el fin de la humanidad que el fin del capitalismo. Y es entonces, cuando la vieja derecha autoritaria -adaptada- se ofrece como salvavidas para esa aristocracia tecnológica financiera del gran capital.

La ofensiva del capital contra el trabajo y las naciones que luchan por su autodeterminación y soberanía es realmente salvaje, reflejo de la barbarización de un imperialismo renovado. Los conflictos violentos de Haití, Sudan y Siria entre otros, son ejemplos de las limitaciones de los organismos supranacionales.


La ofensiva militar sionista sostiene conflictos simultáneos y protagoniza un verdadero genocidio en Gaza, una limpieza étnica en vivo y en directo que desafía hasta al más incrédulo y la puesta en marcha de un aparato de prensa depredador. 

Ucrania no ingresa a la OTAN, la UE no estará en la mesa de negociaciones y Volodomir Zelensky no recupera las fronteras. La derrota Atlantista en Ucrania es evidente, aunque las elites gobernantes aún no lo reconozcan, pese al enorme gasto militar, decenas de miles de muertos, sanciones y bloqueos a la Federación Rusa, Europa insiste en su rearme belicoso y su obstinada rusofobia mientras consuma su sumisión a los EEUU.

Suenan trompetas de guerra. Europa navega en sus contradicciones, turismo, Champions League y nada de valores universales. Como antaño las esperanzas redentoras radican en los trabajadores y sus jóvenes.

No es auspicioso, en el mismo periodo histórico, el rearme europeo y la guerra de aranceles. 


¿Por qué ganó Milei?


La victoria de Milei en aquel noviembre del 2023 sorprendió a muchos. Analistas, sociólogos y consultores junto al variopinto de voces “autorizadas” que se rindió frente a la avalancha de evidencias que constituyeron la más clara de las derrotas. 

Con un discurso demagógico, simplón y muy ideológico supo traducir el malestar y la frustración de una parte muy importante de la sociedad.


La intención de este libro, la elección de los autores y la propuesta de los temas tiene que ver con asumir los desafíos abiertos a partir de la llegada al gobierno de Javier Milei y su Vice Victoria Villarruel. ¿Alcanza con echar las culpas a las redes sociales, los jóvenes despolitizados y la pandemia?  ¿Existe una matriz posibilista y hasta complaciente por parte de un sistema político creado con el único objetivo de favorecer la acumulación capitalista de las grandes corporaciones?  


Mientras pensábamos en el libro, en su título, su estética; buscamos alguna evidencia fáctica de la construcción de los marcos teóricos, programas y documentos de la derecha libertaria, con la intención de responder con argumentos sólidos a sus fundamentos. Pero, advertimos que es muy escaso el sustento teórico de la corriente liberal libertaria y muy berretas sus conclusiones basadas en el odio al colectivismo, el estatismo y al concepto de nación.  Y muy semejantes a las primeras formaciones del fascismo arqueológico. 


Rastreamos el Libro negro de la nueva izquierda: ideología de género o subversión cultural, escrito por Agustín Laje, un pasquín que intentó dotar de un programa anticomunista a esa nueva derecha que, desde las sombras, se regodeaba con las consecuencias que acarrearon los límites de los progresismos en la región, la derrota de Cristina Fernández en el 2015 y advertía la oportunidad que implicaría ser parte de la “infraestructura a nivel mundial para el populismo global” habilitada por Steve Bannon, quien primero fuera asesor republicano del Donald Trump para luego desempañarse como la cara visible del rearme de la derecha radicalizada en el mundo. 


El papel de los medios concentrados y su periodismo de guerra, sirvieron para dotar de sentido a esta corriente y para degradar consensos que creíamos indiscutibles, como así también, las ideas que sustentaban los derechos conquistados, tales como “la justicia social”, “los derechos humanos”, “el respeto a la diversidad”, “el repudio de la violencia institucional”, etc. Un ideario que creíamos haber ganado para siempre fue, al menos resquebrajado, por el avance de la doctrina neo fascista manifiesta en expresiones políticas como la que representa Milei en nuestro país. 


Las batallas ganadas no son necesariamente victorias estratégicas ¿dónde quedó ese progresismo hegemónico antineoliberal post crisis del 2001? ¿dónde aquel revisionismo nacional y anticolonial expresado en el festejo del Bicentenario? 

La instalación de las ideas del “no futuro” y “no hay salida” junto a la frustración que dejaron los últimos tres gobiernos, últimos años de Cristina, Macri y Alberto, en un contexto global cambiante, generan desesperanza y pesimismo.


El programa de Javier Milei es mismo que el de la vieja oligarquía: privatización y desindustrialización de la economía, desregulación y endeudamiento, fortalecimiento del modelo agroexportador, la generación de divisas a partir del saqueo de la minería y la energía, congelamiento de salarios y jubilaciones, achicamiento del Estado, persecución de la resistencia, transferencia de riquezas en favor del capital, concentración empresarial. Todo a través de paquetes fiscales, ley bases y el DNU 70/23 con sus derogaciones, privatizaciones y reforma laboral.


Como decíamos al comienzo del texto, la fenomenal propuesta regresiva es imposible llevarla adelante sino parten desde una victoria (la de ellos) y una derrota (la nuestra). No es precisamente en el terreno electoral donde se dirime “el sentido de las cosas” por el contrario, como decía Antonio Gramsci las formas históricas de la hegemonía cambian según lo haga la naturaleza de las fuerzas sociales que ejerzan la hegemonía. Cambios, urgencia y emergencias en una región del mundo disputada y saqueada pero siempre en resistencia.


Con Batalla de Ideas nos proponemos presentar un conjunto de ensayos que sirvan, como una caja de herramientas, para analizar el presente y proyectar el futuro. Que inviten a recuperar el debate, a entender el mundo que habitamos y desesperadamente queremos transformar.


Carlos del Frade nos habla de democratizar la felicidad, de un humanismo beligerante y la socialización del futuro. Sostiene que solo se defiende lo que se ama y que para eso hay que conocerlo. Convoca a construir una necesaria mirada federal desde lo cercano.


Luis Klejzer aborda el anhelo de volver a las fuentes, Socialismo, Comunismo y Anarquismo las tres corrientes anticapitalistas. Un marco teórico imprescindible entre tantas urgencias.


Jorge Elbaum comparte un análisis geopolítico que parte de la derrota del Atlantismo en su guerra contra la Federación Rusa, el declive financiarista=neoliberal y la emergencia de los BRICS+.


Cesar Trejo, con su experiencia como ex soldado y siempre combatiente de Malvinas, denuncia a la dirigencia política argentina colonizada por el discurso del vencedor, su práctica desmalvinizadora desde la recuperación democrática y la negación que hacen de la guerra como un parte aguas en la lucha contra la ocupación de la OTAN.


Lucas Aguilera combina el análisis de la etapa actual del Capital, su transformación tecnológica, sus nuevas formas de acumulación y su influencia en la vida social. La IA como delineadora de un horizonte posible, fragmentado y aislado. La batalla se combina en sus campos y en los nuestros.


Diego Belaunzaran Colombo nos propone un sujeto resistente a los automatismos tecnológicos y a la dictadura del algoritmo que reemplaza el pensamiento, la voluntad, las creencias y la fe en la humanidad.


Carlos Aznárez nos habla de la pasión en la militancia de los años ´60 y ´70, la unidad, la formación política, el trabajo con los más humildes y la relación con la dirigencia. El rescate de autores olvidados, el paso por las democracias restringidas y gorilas y por las dictaduras, la proscripción del peronismo y las resistencias, la lucha armada, el ejemplo de Cuba y una juventud dispuesta a darlo todo. Memoria como guía para la unidad.


Patricio “Pato” Torras del Centro de Estudios por la Soberanía Popular Mariano Moreno trae el necesario debate acerca del rol del Estado y la intervención en el mercado de alimentos. Desde YPF, empresa emblemática y garante de la soberanía energética, hasta pensar el desarrollo de diversas herramientas que planifiquen la producción, la logística y la distribución de alimentos.


Paula Klachko ha vivido lo que nos cuenta, su texto es síntesis entre la historia, el presente y el porvenir. Desenmascara con rigor las intenciones imperiales en su ofensiva conta la triada rebelde: Nicaragua, Cuba y Venezuela. Defender estos procesos contra el gran enemigo de la Humanidad, los EEUU, es un deber de todo militante. La asimetría en las luchas, dice, se resuelve con Unidad, Radicalidad y Patria Grande.


Néstor Kohan revive a Guevara, nuestro CHE, desde el siglo XXl, por un camino que entusiasma. Propios y ajenos, borrado y cancelado, aquí el problema y la solución para una militancia desarmada, la Moral. El principal de los enfrentamientos no radica en el campo de batalla sino en la capacidad de horadar al enemigo. La aparente victoria cultural por las clases dominantes tiene su contrapunto en la praxis del Che. Recuperarlo en aquella y esta batalla cultural.


Juan Pablo Olsson escribe sobre el cambio climático, crisis y emergencia para la humanidad y pone el acento en la deuda ecológica de los países centrales con el sur global, los desafíos de descarbonizar la economía y la agenda de resistencia de los pueblos.


Omar Grillo en “Capitalismo vs. Buen Vivir”, junto al Dr. Medardo Ávila, Titina Romero, vecina de Villa Giardino y del triunfazo popular contra Monsanto, y la bióloga Celeste Bigliani describen el riesgo de la supervivencia misma de la Humanidad producto de la ultra explotación del sistema contaminante y el consumo desmedido. La concentración y el despojo en complicidad con el sistema político y un recuento de experiencias, resistencias, luchas y victorias junto a una intransigencia heroica leída desde la comunidad y lo colectivo.


Martín Canela, de Matute Cultural, analiza el papel de la narrativa y el arte como medios para transmitir la experiencia humana, de corazón a corazón, como creaciones colectivas. Profundiza sobre la cualidad del arte argentino para construir un diálogo fluido y creativo entre pasado y presente, con ansias de futuro. 

“Cuando algo es necesario e imposible hay que inventar una nueva dimensión”, sostiene


Juan Carlos Monedero al profundizar sobre los procesos políticos y geopolíticos actuales. Plantea a la ideología como la verdadera arma de la política. 


Rocco Carbone examina el poder “mafio-fascista” y la manera en que emula a los regímenes nazis arqueológicos. Describe las resistencias, la construcción de movimientos antifascistas, se pregunta qué pasa con las democracias y sostiene una salida emancipatoria. 


Zaida Chmaruk escribe sobre el cooperativismo y el trabajo autogestionado. Analiza cómo ganó fuerza hacia fines de los ´90 como posición defensiva de algunos sectores de la clase trabajadora ante la agresión del capitalismo. 


Fernando Esteche caracteriza las aspiraciones hegemónicas y expansionistas del imperio norteamericano, la disputa geopolítica y la resistencia de los pueblos ante su avance. 


Martín Mosquera explica los mecanismos de explotación del sistema capitalista y plantea la necesidad de reapropiarnos del mundo que producimos. 


Fernando Basso estudia la situación político económica del país, su matriz y las posibles salidas para recuperar soberanía y autonomía en la toma de decisiones. 


Rodolfo Treber, señala todas las implicancias históricas y actuales de la deuda y en particular del rol intervencionista del FMI en nuestro territorio. Plantea que “el Fondo Monetario Internacional no es una casa de crédito, sino una institución internacional que funciona como regulador de la política monetaria en función de los intereses geopolíticos de los Estados Unidos”. 

Esperamos que este libro aporte a quienes no se conforman con la realidad tal como está y quieren cambiarla a dar los debates necesarios para este tiempo y estimule las acciones colectivas que abran paso hacia la emancipación.  


Comentarios


bottom of page